lunes, 1 de febrero de 2016

ASOCIACIÓN CULTURAL FLAMENC@S DE VERDÁ


   En marzo del año 2011 publiqué una entrada con el título "LAS PEÑAS FLAMENCAS: Luces y sombras" que eran unas reflexiones sobre mi experiencia personal en el tema. Puede leerse, para recordarlo, pinchando sobre el título. Por aquel artículo,  el calificativo más "afectivo" que recibí fue el de racista porque citaba el título del libro de Pedro Camacho  "Los payos también cantan flamenco". Pero eso es otra historia...

   Lo que escribo a continuación siguen siendo eso mismo: reflexiones personales sin ánimo alguno de comparar, ni de polemizar y mucho menos de ofender a nadie. Esto quiero que quede bien claro desde el principio.

   Fue, creo, en abril del año pasado cuando EL  AMIGO  MANOLO me dijo que se había creado una peña flamenca nueva en Cáceres. Quiero recordar que lo primero que me vino a la cabeza fue el sabio refrán que dice éramos pocos y parió la abuela; pero cuando Manolo me dijo que Eugenio Cantero y su hija Raquel, entre otros claro, estaban involucrados en el asunto tuve la certeza que esta vez tendría que ser algo distinto.

   Cuando me puse en contacto con Raquel Cantero para inscribirme en la ASOCIACIÓN CULTURAL FLAMENC@S DE VERDÁ, me llevé la primera sorpresa agradable que confirmó mis expectativas. Recibí un amplio dossier con los estatutos, la lista de socios, el acta fundacional y otros documentos por los que quedaba claro que al menos transparencia y buena organización no faltarían en la asociación recién nacida.

   La segunda sorpresa me la llevé en la primera gala a la que asistí. Aquello no era lo habitual en las peñas que yo conocía pues la inmensa mayoría de los asistentes, socios y acompañantes, era gente muy joven, muy amable y con muchas ganas de hacer las cosas bien. Hasta me sentí, por mi edad, como fuera de lugar, pensamiento que deseché enseguida contagiado por el ambiente que reinaba en la reunión. 

  Y la última, la más sorprendente de todas, fue la convocatoria de una Asamblea General ordinaria en la que se dio cuenta de la memoria de lo realizado en el año 2015, los proyectos para el año nuevo y la cuenta de gastos e ingresos del año que se cerraba. Los socios hemos podido saber lo que ha costado cada gala y en qué se ha gastado hasta el último céntimo de nuestras aportaciones. Esto, que debería haber sido lo habitual, constituía una auténtica excepción en mis experiencias anteriores en las peñas de las que había formado parte. 

   Y para terminar estas reflexiones personales he de decir que me siento parte de una asociación, que considero que es mía y de todos los socios y cuando uno siente que algo es suyo, que le pertenece de alguna forma, lo aprecia y lo valora mucho más. Pero claro que esto no sería posible sin la aportación desinteresada de unas personas, la Junta Directiva, a la que hay que agradecer sus esfuerzos y su servicio. En unos momentos en que eso de servir a los demás sin ánimo de lucro está muy poco de moda, por decirlo finamente, es doblemente de agradecer y de valorar.  Así que amigos de la Junta Directiva:

¡¡¡ENHORABUENA, GRACIAS Y ADELANTE 
CON EL APOYO DE TODOS!!!

¡Ah! y para que no parezca que sólo me ocupo de las alabanzas, por favor, a ver si se mejora un poco el tema de la puntualidad en la hora de anunciar y comenzar las galas.

Paz, amor, salud y libertad para todos


*****

Y si no es verdad
esto que yo digo, 
si no es verdad,
que Dios me mande un castigo grande
si me lo quiere a mí mandar.

Toná de remate

1 comentario:

Andrés Raya dijo...

En Andalucía, junto a alguna que otra peña convertida en "bunker" por sus fundadores, abundan las de talante abierto y cuentas claras. Me alegro, Pedro, que la vuestra también sea así.